la intención de la mirada sin el afán de la búsqueda ni del razonamiento |
nos hace conectar con el constante movimiento del universo |
todo cambia y existen ráfagas de instantes coloridos |
que se pierden y a la vez permanecen a expensas de los transeuntes |
cuando el viento trae consigo los protoneutrones que nos alertan de un encuentro con el paso del tiempo que no está marcando en ningun calendario |